Bicho Blanco: la naturaleza de los contrastes.

En los recónditos espacios del alternativo en español, particularmente mexicano, se esconde la naturaleza del contraste en Bicho Blanco.

Issi Vega

1/15/2023

Un dueto que nace de la producción en conjunto con el dj set presentado por sus miembros (Ferdinand González y Bernardo Pérez). Con algunos singles publicados y un sólo álbum, se consagran en una línea musical única en su tipo.

Si se necesitaran influencias no cabrían en un sólo sitio, pues su música está compuesta con la complejidad de muchos géneros a las órdenes de sus artistas. Aún así, son un dueto cercado al alternativo, indie latino, incluso al indie electro; letras semejantes a las de Porter, con una cercanía íntima a los escuchas y afín a las melodías compuestas por ambos, armonizadas por una voz llena de sentidos y fe.

El uso particular de los sintetizadores, asentados por una producción estrecha y sólida, hacen su sonido reconocible y atractivo; aún así ninguna canción es igual a la anterior y ello lo hace un contenedor fresco de experiencias auditivas.

En particular en el álbum Malas Lenguas, es posible vislumbrar la gran cantidad de estilos, variabilidad y dinamismo que hacen de todas las canciones aislables, mientras demuestran la evolución sonora de la creación de Bicho Blanco. En orden de aparición, Malas Lenguas contrasta los sintetizadores, en su ejecución conjunta, con un mar de percusiones (acústicas y electrónicas) que equilibran el beat lo-fi con el hip hop, la marea de las contradicciones permea su música.

En Colibrí, los sonidos metálicos a la par de los synth en 8 bits asemejan el vuelo del ave que le da título a la canción. Casi hacia el final de la misma, el bridge se convierte en la oposición de la calma, como cuando un ave detiene el vuelo, y la distorsión ambiental: un desenlace de violencia y libertad.

Del mismo álbum surge Sonar, una canción también cercana al lofi, ritmos naturalmente tranquilos, que mientras construye atmósferas casi justas, introduce un piano up-beat que confunde a la memoria.

Su último single Mar de los Sedientos, ejemplifica su evolución desde Malas Lenguas, con su estilo ya característico: la atmósfera del piano clásico que introduce toda la melodía con una entrada progresiva de synth. Mar de los Sedientos es la clara sensación de perder y buscar algo, de llenar una falta. Las respiraciones y los tintes industriales en una lucha perpetua a lo largo de la canción.

Bicho Blanco se planta como el futuro de un estilo musical aún no explorado, incluso creado por ellos mismos. Próximamente se presentan en el Festival Elixir en la Ciudad de México, sigue a Bicho Blanco en todas sus redes.